La gastronomía es un arte que nos permite conservar y disfrutar de los sabores de la temporada durante todo el año. Dos de las conservas caseras que más enriquecen nuestros platos y aperitivos son las guindillas en vinagre y las aceitunas aliñadas. En el artículo de hoy, despejaremos todas las dudas sobre cómo preparar estas delicias de manera sencilla y efectiva en casa. Desde la selección de los mejores ingredientes hasta los trucos para que mantengan su sabor y textura, te guiaremos paso a paso para que puedas conservar guindillas y aliñar aceitunas, asegurando así que estos dos imprescindibles nunca falten en tu mesa.
Conservación de guindillas en vinagre
Ingredientes y preparación preliminar
Para comenzar con nuestras guindillas en vinagre necesitarás guindillas verdes, también conocidas como piparras, vinagre (preferentemente de vino blanco), agua, sal y opcionalmente, garbanzos crudos. La cantidad de guindillas puede variar según tus necesidades, pero asegúrate de que sean aproximadamente del mismo tamaño para una conservación uniforme. Antes de empezar, lava y seca las guindillas, cortando el rabito solo si es demasiado largo, dejando suficiente para poder manejarlas después.
Embotado y aliño
Para embotar, coloca en el fondo de los tarros esterilizados una pizca de sal y tres o cuatro garbanzos secos. Este último paso es opcional, aunque contribuye a mantener el color vibrante de las guindillas. Llena los botes con las piparras con paciencia, comenzando por las más largas y rellenando los huecos con las más cortas. Es importante que los tarros queden bien llenos, pero dejando espacio suficiente para extraer las guindillas sin dificultad.
Líquido de conservación
Para el líquido que cubrirá las guindillas, utiliza una proporción de 60% de vinagre y 40% de agua. Ajusta la cantidad de líquido en función de los botes que tengas, asegurándote de llenarlos hasta el borde. El vinagre actuará como conservante natural, haciendo innecesario el proceso de vacío. Recuerda que las guindillas deben quedar completamente cubiertas por el líquido.
Etiquetado y tiempo de espera
Una vez cerrados los botes, etiquétalos con la fecha de embotado y prepárate para la parte más difícil: esperar al menos tres meses antes de poder degustar tus guindillas caseras. Este tiempo permitirá que se desarrollen adecuadamente los sabores y la acidez deseada.
Aceitunas aliñadas caseras
Ingredientes y mezcla base
Para tus aceitunas aliñadas necesitarás aceitunas verdes y negras, una mandarina o media naranja, medio limón, aceite de oliva, ajo, romero y una guindilla. Mezcla las aceitunas escurridas en un recipiente con tapa, añade los dientes de ajo cortados finamente, la guindilla picada al gusto, el romero, y la piel y trozos de limón y mandarina, evitando la parte blanca amarga.
Aliño y reposo
Exprime el zumo del limón y la mandarina sobre las aceitunas y cubre todo con aceite de oliva. Una vez mezclados todos los ingredientes, si es posible, deja reposar la mezcla en la nevera de 2 a 4 días para que las aceitunas absorban todos los sabores del aliño.
Presentación y reutilización del aliño
Al servir, escurre las aceitunas del líquido del aliño. También, no deseches este líquido, ya que es excelente para aderezar ensaladas o como base para preparar más aceitunas aliñadas. Esta receta sencilla transformará tus aperitivos en una experiencia gourmet.
Con estos sencillos pasos, podrás conservar la esencia de tu huerto o del mercado local en tu cocina, disfrutando de sabores intensos y naturales en cualquier época del año. Atrévete a experimentar con estas recetas y sorprende a tus invitados con el auténtico sabor casero.
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