La conservación y aliño de las olivas negras es una tradición que se ha transmitido de generación en generación, convirtiéndose en un arte que despierta tanto interés como dudas entre aquellos que desean experimentar con esta deliciosa tarea. En este artículo, abordaremos dos métodos distintos para aliñar olivas negras, resolviendo las posibles preguntas que surjan en el proceso. Desde la preparación inicial de las olivas hasta su aliño final, cubriremos cada paso a seguir para que puedas disfrutar de tus propias olivas caseras, ya sea optando por un consumo más inmediato o buscando una conservación a largo plazo.
Preparación inicial de las olivas negras
Antes de proceder con el aliño, es esencial preparar adecuadamente las olivas negras. Este proceso, conocido como "matar las olivas", implica eliminar su amargor característico y prepararlas para una conservación óptima.
Paso 1: escaldado de las olivas
Para comenzar, se pone a hervir agua y, una vez alcanzado el punto de ebullición, se sumergen las olivas en ella. Tras escaldarlas, se colocan en un sitio cubierto pero expuesto a la intemperie y se les añade sal. Es importante removerlas de vez en cuando y tener en cuenta que, cuanto más frío haga, mejor será el proceso. Posteriormente, se retira la sal con un tamiz y se lavan las olivas con agua para eliminar cualquier residuo.
Aliño de olivas negras: método 1
El primer método de aliño es ideal para aquellos que desean consumir las olivas en un plazo corto, aunque su conservación sea menos duradera.
Ingredientes y procedimiento
Los ingredientes necesarios para este método son: cebolla picada, ajos, aceite de oliva, vinagre, orégano, tomillo y una ramita de romero. Se colocan las olivas en un recipiente y se añaden los ajos cortados, la cebolla, el romero, tomillo, orégano, vinagre y aceite de oliva. Es importante que todo se mezcle bien. Si el vinagre está frío, se puede calentar ligeramente antes de añadirlo. Una vez todo bien revuelto, se envasan las olivas y se cierran bien los frascos. Pasados entre 5 y 6 días, las olivas estarán listas para consumir.
Aliño de olivas negras: método 2
El segundo método es recomendable para aquellos que prefieren una conservación más prolongada, pudiendo disfrutar de las olivas durante más de un año.
Paso 1: curado en sal
En lugar de escaldar las olivas, este método comienza poniéndolas directamente en sal. Se remueven ocasionalmente y, tras 20 o 30 días, se comprueba que estén "muertas", lo cual se nota por el oscurecimiento de la carne y la ausencia del sabor amargo.
Paso 2: aliño y conservación
Para el aliño, los ingredientes son: ajo, orégano, romero, tomillo, limón (incluida la ralladura), laurel, palos de hinojo y agua hervida. Se colocan las olivas en un recipiente, se añaden los ajos cortados, orégano, romero, tomillo, limón, laurel y se mezcla todo bien. Luego, se añade un poco de sal al gusto y se rellenan los botes con agua hervida. Para sellar los botes y asegurar que no entre aire, se puede utilizar aceite de girasol o parafina (esta última debe diluirse previamente en una sartén). Tras un periodo de espera de dos a tres meses, las olivas estarán listas para ser degustadas.
Con estos dos métodos, podrás disfrutar de las olivas negras aliñadas a tu gusto, ya sea para un consumo inmediato o una conservación a largo plazo. ¡Esperamos que tus olivas caseras resulten tan deliciosas como esperas!
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