Las lentes de contacto son una herramienta maravillosa que nos permite disfrutar de una buena visión sin necesidad de gafas. Sin embargo, tanto para los usuarios experimentados como para los novatos, la tarea de poner y quitar las lentillas puede ser una fuente de dudas y problemas. ¿Cómo asegurarse de que están correctamente posicionadas? ¿Qué técnicas son las más higiénicas y efectivas? En este artículo, vamos a abordar estas preguntas y proporcionar una guía detallada para manejar tus lentillas de forma segura y eficiente. Cubriremos desde la extracción de las lentes de su estuche hasta su colocación correcta en el ojo, así como consejos para su mantenimiento y limpieza.
Extracción de las lentillas del estuche
El primer paso y uno de los más importantes en el uso de lentillas es su extracción del estuche. A menudo se recomienda utilizar los dedos para sacarlas, pero esto puede no ser la opción más higiénica. Por ello, existen alternativas que reducen el contacto y minimizan el riesgo de contaminación.
Volcar la lentilla en la palma de la mano
Una técnica sencilla consiste en volcar el porta lentillas sobre la palma de la mano. Aunque es fácil, hay que tener cuidado de que la lentilla no se doble o se ponga del revés. Siempre es crucial verificar la posición correcta antes de proceder a colocarla en el ojo.
Uso de pinzas especiales
Otra opción es el uso de pinzas con protectores de goma, diseñadas específicamente para manipular lentillas. Estas permiten trasladar la lentilla al dedo con una manipulación mínima, lo cual es ideal para mantener la higiene y la integridad de la lente.
Colocación correcta de la lentilla en el ojo
Una vez que tienes la lentilla lista para ser colocada, es crucial seguir un procedimiento adecuado para asegurar que se adhiera correctamente al ojo sin causar molestias ni daños.
Posición y manejo de la cabeza y manos
Inclina tu cabeza hacia abajo y utiliza el dedo índice o corazón para mantener el párpado inferior hacia abajo. Es importante que la córnea quede en una posición elevada para facilitar la colocación de la lente.
Colocación de la lentilla
Coloca la lentilla en el dedo que te resulte más cómodo y asegúrate de que no toque las pestañas al acercarla al ojo. La lentilla debe hacer una especie de ventosa para adherirse bien al ojo. Un pequeño sonido de succión indicará que la lentilla está bien colocada.
El proceso de adecuación de la lentilla
Tras colocar la lentilla, hay una serie de pasos que ayudarán a que se asiente correctamente y no cause molestias.
Movimientos críticos
Mueve el ojo hacia abajo y a los lados, y cierra el párpado suavemente. Esto ayudará a que el aire atrapado salga y la lentilla termine de adherirse a la superficie ocular.
En caso de molestias
Si la lentilla molesta, puedes aplicar lágrima artificial y parpadear varias veces. Si la molestia persiste, puede ser necesario retirar la lentilla, limpiarla e intentar colocarla de nuevo.
Retirada de las lentillas
Quitar las lentillas suele ser una tarea más sencilla que ponerlas, pero aún así debe hacerse con cuidado para no dañar el ojo ni la lente de contacto.
Uso de lágrima artificial
Aplica unas gotas de lágrima artificial antes de retirar la lentilla para hidratarla y facilitar su despegue del epitelio corneal.
Técnica de extracción
Mira al espejo, sujeta el párpado inferior y desliza la lentilla hacia abajo. Luego, pellízcala suavemente con el dedo y el pulgar para retirarla del ojo.
Esperamos que esta guía te haya sido de utilidad y te ayude a manejar tus lentillas con confianza y seguridad. Recuerda que una buena técnica y una higiene adecuada son fundamentales para el cuidado de tus ojos y de tus lentes de contacto.
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