En el mundo del automovilismo, a menudo surgen debates y curiosidades en torno a la procedencia y calidad de los componentes de los vehículos, especialmente cuando hablamos de marcas reconocidas por su lujo y prestigio. Uno de los temas que genera mayor interés es la relación entre Mercedes-Benz y Renault, en particular, el uso de motores Renault en algunos modelos de Mercedes. Este artículo pretende aclarar dudas y explicar con detalle la naturaleza de la colaboración entre estas dos grandes del sector automotriz, la adaptación y diferencias en los motores compartidos, y el porqué la presencia de un motor de una marca en otra no debería ser motivo de preocupación para los consumidores.
La alianza entre daimler y renault
En 2010, Daimler AG, la empresa matriz de Mercedes-Benz, firmó un acuerdo con Renault para compartir tecnologías y desarrollos. Este acuerdo, aunque puede parecer abstracto, sentó las bases para una cooperación que dos años más tarde se materializaría con la introducción de un motor de origen Renault en la segunda generación del Mercedes Clase A.
Implementación de motores renault en mercedes
El primer modelo en incorporar un motor Renault fue el Mercedes Clase A 180 diésel, que compartía el motor 1.5 dCi con vehículos como el Renault Megane o el Dacia Duster. Esta colaboración se extendió con el tiempo, incluyendo otros modelos y motores, como el motor de gasolina 1.3 en el Mercedes Clase A 200.
Características y adaptaciones de los motores compartidos
Aunque los motores tienen su origen en Renault, Mercedes realiza modificaciones sustanciales para adaptarlos a sus vehículos. Por ejemplo, el motor diésel OM 608 de Mercedes, basado en el motor Renault K9K, presenta cambios en la unidad de control del motor (ECU), el sistema de arranque y parada, y el volante motor de doble masa, entre otros.
El motor om 608 y sus especificaciones
Este motor diésel de cuatro cilindros y bloque de hierro fundido, con culata de aleación de aluminio, está disponible en varias potencias, alcanzando los 116 caballos en el Mercedes 180 d. Por su parte, el motor de gasolina M 282 (1.3 TCe en Renault), también presenta innovaciones como la desconexión de cilindros para reducir emisiones y consumo, y es el primero de Mercedes en incorporar filtro de partículas.
La expansión y difusión de los motores renault en mercedes
Desde la firma del acuerdo en 2010 y la implementación inicial en 2012, los motores Renault se han ido integrando en más modelos de Mercedes. En 2018, con la llegada de nuevos modelos, esta tendencia se ha intensificado, siendo cada vez más común ver vehículos Mercedes con motores de origen Renault.
Un motor renault en un mercedes: ¿debería preocuparnos?
Es comprensible que algunos consumidores puedan sentirse reticentes al descubrir que su Mercedes lleva un motor Renault. Sin embargo, es importante destacar que Mercedes realiza modificaciones específicas y la cooperación entre ambas marcas implica un intercambio tecnológico que beneficia a ambas partes, no siendo los motores una simple traslación de una marca a otra. También, la fiabilidad de los motores Renault es, a priori, muy buena.
La experiencia de conducción mercedes más allá del motor
Aunque compartir un diseño de motor pueda suscitar dudas, es crucial entender que un Mercedes ofrece una experiencia de conducción que va más allá del motor. Aspectos como la plataforma, el chasis, las suspensiones y la tecnología interior son diferenciadores clave que justifican la inversión en la marca.
Otras diferencias notables
No obstante, la marca implica un costo adicional y este se refleja en la calidad y el diseño de cada componente. Un motor puede ser compartido, pero cada vehículo tiene su propia identidad y ofrece una experiencia única, con diferencias importantes entre los modelos de una y otra marca.
En resumen, la colaboración entre Mercedes y Renault es un ejemplo de cómo la industria automotriz busca innovar y optimizar recursos. Los motores compartidos son solo una parte de la ecuación, y la adaptación y perfeccionamiento de estos por parte de Mercedes garantizan que la esencia de la marca se mantenga intacta, ofreciendo a los conductores la calidad y el rendimiento que esperan de un vehículo de alta gama.
Deja una respuesta