Mantener una placa de inducción limpia y reluciente es esencial no solo por estética, sino también para garantizar su correcto funcionamiento y alargar su vida útil. La limpieza de este tipo de superficies puede generar ciertas dudas, especialmente cuando nos encontramos con restos de suciedad difíciles de eliminar. En este artículo, compartiremos contigo un método efectivo y probado para limpiar tu placa de inducción, utilizando productos específicos y técnicas adecuadas que te ayudarán a mantenerla en perfectas condiciones. Descubre paso a paso cómo lograr una limpieza profunda y darle a tu placa de inducción ese brillo característico de una cocina bien cuidada.
Cómo limpiar la placa de inducción: método básico
Preparación de la superficie
Antes de proceder con la limpieza, es necesario preparar la superficie. Para ello, es útil ensuciar un poco la placa de inducción de manera controlada, como por ejemplo, haciendo hervir coliflor a alta temperatura hasta que el agua sobresalga y se incruste ligeramente en la placa. Esto simulará los restos de suciedad más comunes y difíciles de remover.
Aplicación del limpiador específico
Una vez que la placa está sucia, utilizaremos el Caché 7, un producto especial para placas de inducción. Pulverizamos la espuma por toda la zona afectada y dejamos actuar durante tres minutos. Este tiempo es suficiente para que la espuma se adhiera bien a la suciedad.
Aclarado y secado
Tras la espera, es momento de aclarar la superficie con una bayeta húmeda. Acto seguido, para conseguir un acabado brillante, secaremos la placa con papel de cocina. Siguiendo estos pasos, obtendremos una placa limpia y reluciente en el día a día.
Eliminación de suciedad incrustada
Inspección detallada
A simple vista, la placa puede parecer impecable después de la limpieza básica, pero si nos acercamos, podríamos observar que han quedado restos de suciedad incrustados. Para estos casos, necesitaremos profundizar en la limpieza.
Uso de desengrasante
Para eliminar esta suciedad más resistente, recurrimos al uso de Cifft, un desengrasante potente. Aplicamos el producto en una esponja húmeda especial para vitrocerámicas o placas de inducción, y lo extendemos suavemente por la superficie. Es importante no ejercer demasiada presión para evitar rayaduras.
Enjuague final y secado
Repetimos el proceso de aclarado con una bayeta húmeda y finalizamos secando con papel de cocina. Con estos pasos adicionales, eliminamos cualquier residuo incrustado y podemos asegurar que la placa queda totalmente limpia y sin manchas.
Conclusiones y recomendaciones
El mantenimiento de una placa de inducción no tiene por qué ser complicado. Con la rutina adecuada y los productos correctos, incluso la suciedad más incrustada puede ser removida con facilidad, dejando nuestra placa como nueva. Es importante recordar que el cuidado regular no solo mejora la apariencia de nuestra cocina, sino que también contribuye a la longevidad de nuestros electrodomésticos. Esperamos que estos consejos te sean de utilidad y te ayuden a mantener tu placa de inducción en perfectas condiciones.
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